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Había un hombre llamado Nicodemo, un líder religioso judío, de los fariseos. Una noche, fue a hablar con Jesús:

—Rabí[a]—le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo.

Jesús le respondió:

—Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo,[b] no puedes ver el reino de Dios.

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Footnotes

  1. 3:2 Rabí, del arameo, significa «amo» o «maestro»; también en 3:26.
  2. 3:3 O de lo alto; también en 3:7.

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